Utilizamos la imagen de un limonero ya que nos aportan limones durante todo el año, es fruto que no puede faltar en nuestra alimentación ya que no solo tiene un gran poder bactericida, sino que también ayuda a reforzar el sistema inmunológico y previenen enfermedades.
Como podemos ver, tiene muchos beneficios, de la misma manera que es utilizado por sus propiedades, creemos que se le debe dar utilidad a los conocimientos obtenidos en la trayectoria de la carrera, en nuestro trabajo y en la vida diaria, reforzando nuestra manera de actuar de manera positiva, entendiendo que en este oficio es necesario el trabajo en equipo, que todos somos parte del mismo limonero. Cada fruto que cayó, producto de su madurez, tiene relevancia. Con este taller no solo se aprenderán las características de los diferentes géneros textuales, sino que también se aprenderá a trabajar en el ciberespacio, a conocer otras herramientas de trabajo, fuentes de información, leer y escribir colaborativamente y a retroalimentarnos de lo que trae el otro.
El taller que proponemos comenzará por la absorción de las ganas de aprender, el interés, el compromiso, responsabilidad y dedicación. Todo esto se irá ramificando junto con la exploración del ciberespacio; el conocimiento de nuevas herramientas; prácticas sociales, debates; participaciones; recopilación de ejemplares en antologías; lectura y escritura colaborativa; aulas expandidas y mucha creatividad. Esas ramificaciones tendrán cada vez más hojas, se hará cada vez más frondoso, su tallo tomará más fuerza hasta llegar a la finalidad, que es obtener el fruto, el cual madurará, caerá y cada alumno podrá recoger la mayor cantidad posible en su canasta; utilizarlo, y no dejarlo en el suelo para que se pudra. Lo que más se debe destacar para llegar a este último momento es la perseverancia junto a una base sólida con buenas raíces. Cada uno “cosecha lo que siembra”, y de eso dependen las nuevas semillas que comenzarán el ciclo nuevamente.